En el artículo de la semana pasada hablábamos de la gestión pasiva frente a la gestión proactiva.

La gestión pasiva es la del día a día, en la que resuelves y gestionas a medida que te encuentras los problemas. Son las circunstancias las que te gobiernan a ti y a tu negocio. Y normalmente te encuentras con poco margen de maniobra para dar soluciones eficaces. Es en este modelo de gestión en el que la operativa diaria puede limitar el control sobre tu negocio

La gestión proactiva es la contraria. La que te ayuda a anticiparte a lo que ya sabes que va a suceder en tu negocio. Por tanto te permite dar la solución más adecuada a cada problema, comprometiendo poco o nada la sostenibilidad de tu empresa

También vimos algunos ejemplos de las soluciones que da cada modelo de gestión a los mismos problemas de negocio

Puedes leer el artículo pinchando en este enlace

Control del negocio, organización y operativa

Aunque no lo creas, la mayoría de los negocios siguen un modelo de gestión pasivo de forma inconsciente, donde la operativa reina sobre la estrategia y el control del negocio

Y esto se debe fundamentalmente a dos motivos: escasez de recursos y dejación de funciones, de los que te hablaré con más detalle en el siguiente artículo

Primero, quiero hablarte de los tipos de tareas que hay en la actividad diaria de un negocio, y que puedes ver en la imagen siguiente:

1. Tareas estratégicas: para controlar tu negocio y llevarte lejos

Las tareas estratégicas te ayudan a llevar tu negocio a donde tú quieres: más facturación, nuevos mercados, canales, automatización…

Están representadas en la cúspide de la pirámide porque no hay que hacerlas todos los días

Te exigen tiempo para pensar, planificar, controlar y corregir

Son esas tareas difíciles para las que nunca encuentras tiempo

2. Tareas organizativas: para diseñar la ruta que te lleva hasta tu objetivo

Las tareas organizativas te ayudan a ordenar tus recursos de manera eficiente para que se cumplan estrategia y objetivos

Esto es, elegir nuevas tecnologías, estar en una nueva red social, probar IA, investigar nuevas técnicas de marketing…

Son esas tareas más entretenidas con las que te puedes permitir echar un vistazo a las redes sociales y saltar de un post a otro

3. Tareas operativas: para empezar a caminar y avanzar

Son las que tienes que hacer sí o sí para que tu negocio sobreviva en el tiempo, y además avance hasta el nuevo destino

Son las tareas rutinarias que ocupan casi todo tu tiempo

Te mantienen activo, pero no siempre productivo

Te cuento más sobre la escasez de recursos, la dejación de funciones y cómo superarlas para lograr un modelo de gestión proactivo en el siguiente artículo.